Experimentos con cera (spoiler: algunos salieron bien)
Todos los experimentos con cera comienzan con una idea brillante.
(O con una vela mal centrada, no lo recordamos bien.)
La cuestión es que en el laboratorio clandestino de elaVela —también conocido como mi oficina— los experimentos con cera son el pan de cada día. A veces, el resultado es una maravilla olfativa.
Otras… una catástrofe aromática con purpurina.
Cuando mezclas sin preguntar
¿Y si juntamos coco con jazmín? ¿Y si el rosa no combina con el verde pero lo hacemos igual?
Así nació Essence Mélange: un intento de vaciar botecitos de perfumes sin perder la dignidad. Resultado: una mezcla tan armónica que ni recordamos cómo la hicimos. Literalmente.
Lección aprendida: anotar las fórmulas. Realidad: seguimos sin hacerlo. Pero con estilo.
Ceras que se llevan mal
Sí, algunas ceras no son amigas.
La de soja quiere temperaturas suaves.
La de abejas no se derrite ni con cariño.
Y el gel transparente… mejor ni hablamos.
Consejo: si parece slime y huele raro, no lo vendas.
(Y no lo pongas en Instagram.)
Fitiles, colores y caos
Hay velas que arden bien.
Y hay otras que hacen cosas… inesperadas. Como arder solo por un lado. O formar túneles como si fueran trenes aromáticos.
Hemos aprendido a:
√ Probar antes de producir en masa
√ Cortar la mecha a tiempo
× Confiar en que “esta vez seguro que sale bien sin prueba”
Bonus: los moldes imposibles
Hay moldes que parecen preciosos… hasta que decides desmoldarlos.
Algunos se rompen. Otros te rompen a ti.
Pero cuando funciona… es magia pura.
Y lo mejor…
De cada error sale una idea.
De cada desastre, una vela nueva.
Y de cada intento… una historia que huele mejor que cualquier perfume comercial.
¿Spoiler? Sí, algunos salieron bien. Y los otros… se convirtieron en contenido para el blog.
Gracias por ser parte del experimento.
Y si además de la experiencia quieres ver lo que conseguimos con los experimentos, pincha aquí y deja que encendamos tu curiosidad.